lunes, 1 de febrero de 2010

CIERRA EL BULLI Y YO CON ESTOS PELOS

Cierra "El Bulli", tengo un cabreo de no te menées. Cierra "El Bulli"; y a mí ¡qué cojones me importa si nunca he ido ni pienso hacerlo! Cierra "El Bulli" y los informativos se vuelven locos, se indigestan de gastronomía glamurosa; la prensa se contamina con portadas infames (como la comida basura) en un acto de idolatría más propio de una sociedad pagana (adoradora del becerro de oro), plagada de élites y paladares exquisitos, que de la real. Cierra "El Bulli" porque su inspirador ha sido abandonado a su suerte por las musas y pretende reencontrar la inspiración perdida en la Conchinchina y los mundos interiores (metáfora).

Leo un artículo de Juan José Millás (El País, 31.01.2010), tan finamente elaborado como uno de los platos de Adriá, y me descojono. En él destaca, por ejemplo: "Sin darse cuenta se va usted haciendo mayor a lo largo de la cena". Y en el Fulgencio (sidrería) también, no te jode; te escancia un culete de sidra Pedro y te cagas en "El Bulli" y en todos sus néctares (y a las dos de la mañana te vas para casa encantado de haberte conocido).

Continúa Millás: "Cuando abandone "El Bulli" habrá recorrido todos los rincones de su alma". Vale, don Juanjo. Eso le pasará a usted que, a lo mejor, ha comido gratis y el agradecimiento le confunde. Y para rematar la soflama culinaria, añade: "Si se deja usted llevar, será tan dichoso como cuando, agarrado a la teta de mamá, entraba en coma de placer". No me lo tome a mal, señor, pero recién nacido uno no es consciente ni del coma ni del placer, sólo de lo cruda que es el hambre y de lo blandita que está la teta, sin más paranoias.

Y sí; si me subvenciona su señoría (y a los más de 4 millones de parados que nunca visitarán "El Bulli" por razones obvias) nos vamos todos a comer al chiringuito de Ferrán Adriá y le cantamos Guantanamera con todo el cariño. Y a usted, pues que le aprovechen las olivas verdes esféricas, los copos de verdura, el bizcocho de pistachos liofilizados, el cactus de margarita, y a superar el trauma del cierre. Yo, con una fabada casera, despachado.

http://www.elpais.com/articulo/cultura/entras/coma/placer/elpepicul/20100131elpepicul_2/Tes

2 comentarios:

Unknown dijo...

jajaja, simplemente me parto!! esta entrada es buenísimaa!!! :)

Aunque sea la primera vez que escribo, que sepas que te sigo!!!

Besinos!!

Manzanas en el Paraíso dijo...

Gracias, guapa. La verdad es que, a veces, confundimos el culo con las témporas y nos olvidamos de lo que realmente importa.
Un besin