Imagen: El presentador de la gala. Debajo, el director (José Luis Montesinos) y actor principal (Miguel Ángel Jenner) de la ganadora "La historia de siempre", recogiendo el premio.
La gala de clausura del festival de cine CORTOMIERES fue realmente sorprendente. La introducción del cómico Ignatius Farray (presentador del acto y del que dejo constancia que me cae bien) me dejó con la boca abierta y un regusto amargo al pensar que un servidor o estaba fuera de contexto o se había equivocado de época tras un inesperado viaje a través del tiempo. El humor inteligente que pregonaba el conductor de la gala ya lo hacían Tip y Coll en sus tiempos, pero de una forma mucho más inteligente. Queriendo ser transgresor, Farray se folló a Ana Obregón, al lince ibérico y repartió más hostias que los curas. Yo, la verdad, no entendía nada; o más bien, poco. En fin, que si el arte de la transgresión es eso, me borro. Al hombre, eso sí, hay que reconocerle voluntad, profesionalidad y tablas, pero qué pesadito se puso con el puto apocalipsis. Por cierto, a mi si que me gusta El Canto del Loco.
En otro orden de cosas, tengo que aplaudir la iniciativa de la traducción simultánea mediante el lenguaje gestual de todo el desarrollo de la gala para que pudieran seguirla personas con problemas de habla y oído. Tres señoritas se fueron turnando en ello. Chapó.
No voy a cansar al lector con más palabrería salvo para comentar que la ganadora, "La historia de siempre" tiene un guión perfectamente estructurado y un argumento original, aunque mi acompañante, a mitad de la proyección, ya descubrió que el "prota" (Miguel Ángel Jenner, premio al mejor actor y el que lleva todo el peso del film) no tenía teléfono y simplemente actuaba. La relación de ganadores la tenéis en el enlace adjunto (crónica de La Nueva España). A destacar la calidad de los dos cortos proyectados en la gala de clausura, Sin cobertura, de Inaki Ibisate (rodado en Insierto y con ayuda de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Mieres), y Dime que yo, de Mateo Gil, aunque este film quizá contenía un exceso de almíbar.
Fuerte aplauso para el director del festival, Jorge Rivero, y su equipo, que han conseguido dignificar un festival de cortos que inició su andadura con dudas y se ha reafirmado como un evento importante en la cinematografía patria. Mieres está en el camino del cine, que no es poco.
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