jueves, 16 de octubre de 2008

RETROSPECTIVA


El escultor mierense Llonguera expone sus obras en el Centro de Arte "Casa Duró", de Mieres. La exposición, bajo el título genérico de "Retrospectiva", recorre los trabajos realizados por este prolífico artista desde el año 2006 hasta 1994. Una mirada hacia atrás que nos traslada hasta la mitología asturiana ("El Nuberu", "El Diañu Burlón, "El Cuélebre", etc.), nos reaviva la memoria con tallas de denuncia social ("A los mineros", "Recordando el ayer", "Nobleza y bravura") sin olvidar un apartado para elogios y obra costumbrista ("A la mar", "Indómito", "A la toná", "A la enseñanza"). No podían faltar tampoco los personajes célebres como "Tomai el Colilla", "Guxamín" o "Don Adolfito", y estatuillas elaboradas para galardones e imágenes corporativas.


En el excelente marco de la Casa Duró, las esculturas adquieren un realce extraordinario y parecen incrementar su fuerza expresiva. Y aunque el artista sabe que el corazón humano sufre a veces de lentitud, de involuntario silencio y de frío, en palabras del escritor Fulgencio Argüelles, el de Llonguera late a una velocidad vertiginosa y siente la madera con el tacto del torrente sanguíneo a flor de piel.

El mismo escultor dice que "al presentar esta exposición quiero sacar a la luz las reflexiones sobre mi obra, analizar doce años de duro aprendizaje en el mundo de la expresión artística. En ningún caso persigo la autocrítica ni la justificación, ya que entiendo que mi yo es el fiel reflejo de la forja de la parcela de vida que me toca vivir, modelada por el martillo de las circunstancias".

La exposición sorprende y atrae. La mezcla de seres mitológicos con personajes entrañables nos transporta a mundos encantados que nos resultan cercanos por la historia y la transparencia de las obras. Hombres y mitos en un mismo conjunto, compartiendo espacio y mirándose de reojo cuando el autor deja en el cajón las herramientas y se sienta a dialogar con ellos.
A la inauguración, con numerosos invitados que arroparon en todo momento al artista, acudieron, entre otros, el alcalde de Mieres, Luis María García y la concejala de Cultura, Diana González.

Una exposición escultórica que estará en "cartel" hasta el 22 de noviembre y nadie debe perderse. En primer lugar, por la calidad de las tallas y, en segundo, porque son reflejos de nuestra tierra, costumbres, leyendas y paisanaje. Una colección de espejos para mirarnos no en ellos, sino a través de ellos, hasta llegar a las mismísimas entrañas de la materia y ver la luz de su alma, un regalo de Llonguera a cada una de sus obras.


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