Al año de su muerte la figura de Marcelino Escudero, turonés inquieto y añorado, ha quedado perpetuada en el busto que sus vecinos y amigos instalaron el sábado 16 de enero de 2010 en la Primera de San José (Valle de Turón), justo donde se encuentra el monumento con los nombres de los mineros que perdieron la vida en las explotaciones hulleras.
Al acto asistieron las autoridades locales con el alcalde de Mieres a la cabeza y el busto fue descubierto por su viuda, Luisa Friera. El Coro Minero de Turón, formación coral de la que fue presidente hasta el momento de su fallecimiento, interpretó algunas canciones de su repertorio, pero fue especialmente emotiva la interpretación de la habanera titulada "La capitana" -que fue coreada por todo el público asistente al acto-, ya que era la pieza favorita de Marcelino. No pude asistir ni al homenaje ni a la comida celebrada en su honor por otros compromisos adquiridos de antemano e ineludibles. No me lo tengas en cuenta, Marce, que bien que lo sentí. Y discúlpame la relativa tardanza en dejar constancia en esta bitácora del acto; estaba esperando a que me llegasen las fotos.
En cualquier caso, siempre es una satisfacción comprobar el cariño que le tenían -le siguen teniendo- sus vecinos y que él se había ganado a pulso. Envidiópolis se diluyó en este caso ante una personalidad sencilla, solidaria y entregada a una labor de difusión de las cosas más sencillas -y no por ello menos valiosas- de su tierra. Gracias por ello, monstruo.
Fotos: José Manuel García
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