jueves, 23 de septiembre de 2010

REBELIÓN EN LA MINERÍA

Juan Carlos Álvarez, de CCOO, y Víctor Fernández (derecha), de UGT, un amigo al que animo desde aquí en estos difíciles momentos por los que atraviesa el sector minero. FOTO TOMADA DE 20 MINUTOS
Uno vive en una cuenca minera y no puede ser ajeno a los conflictos mineros ni a los problemas por los que atraviesa el sector privado de la minería, no sólo asturiana sino leonesa. Tras un largo periodo de bonanza, exento de problemática grave, volvemos a rememorar tiempos pasados. Los trabajadores de los grupos Viloria y Alonso no cobran y eso es realmente jodido porque las familias dependen de los salarios para su subsistencia.

Y no cobran porque las ayudas al carbón (caballo de batalla en el conflicto) están en suspenso hasta que se apruebe el Real Decreto que incentiva la quema de carbón español. Y no cobran porque no les sale de los cojones a los empresarios (que dicen que el gobierno no les incentiva lo suficiente). La pelota está, evidentemente, en el tejado del Ministerio correspondiente y de los empresarios (Victorino Alonso y Viloria) y poco más pueden hacer trabajadores y sindicatos salvo presionar con paros, encierros, marchas, huelgas de hambre, cortes de carreteras, etcétera. Si el ministro Sebastián  no miente, los 141.000 euros por minero entregados a las empresas deberían ser suficientes para abonar las nóminas (a los citados empresarios esto les parece insuficiente, lo que me gustaría que demostrasen con pruebas, que lo desmintiesen con argumentos). Que enseñen los papeles y así todos salimos de dudas (¡qué utopía!)

Las protestas se centran -es obvio- en que es posible que la UE suprima las ayudas a partir del año 2014, una putada de primer orden que desembocaría en el declive definitivo del sector, la pérdida de muchos puestos de trabajo y el empobrecimiento de los territorios mineros. Las tres marchas programadas (Nalón, Caudal, Suroccidente) de mineros confluyen hoy en Oviedo. Veremos hasta dónde llega la sensibilidad del gobierno; de los empresarios -como estamos viendo- poco se puede esperar en esta caso. El capital invierte para obtener beneficios. ¿O acaso lo habíamos olvidado? De lo demás, de los sentimientos, de las vidas ajenas, del futuro de los territorios y sus habitantes ... que se ocupen otros. Ellos tienen que mantener sus yates, sus propiedades, su estatus, su nivel ... su mentira.

Ánimo y a por ellos, que son pocos y cobardes. No me extraña que haya rebelión en la minería -con la que me solidarizo-, aunque un buen amigo -no lo voy a nombrar- prejubilado, me haya comentado hoy mismo que es una rebelión "laig", porque ahora -decía- se encierran en el ministerio, cómodamente. Antes era otra cosa - finalizaba-; aunque, claro, éramos más. A lo que le contesté: "¡pero si tienes a José Ángel al pie del cañón y ya no es un chaval!". Sí -replicó como molesto-, pero ...

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