lunes, 17 de agosto de 2009

PULPO A LA CANELA

A todos nos gusta que en la hostelería nos atiendan profesionales, camareros con oficio que están en todo y consiguen agradar pero sin atosigar al cliente. Lo que ocurre es que algunos se pasan en la atención por un exceso de celo. Valga el siguiente ejemplo. Barra de una sidrería asturiana (cuyo nombre me reservo porque por lo demás merecen un diez), botella de sidra y pulpo a la gallega. Lo sirven con presteza; la sidra de calidad y fresquita, y el pulpo excelente, bien preparado. Cuando los clientes están a punto de dar buena cuenta de la tapa (abundante, dicho sea de paso), se acerca un camarero y les dice: "a este pulpo le falta aceite". Y sin darles tiempo a reaccionar coge una aceitera y riega pulpo y patatas a discreción. Acto seguido - aun atónitos los comensales-, insiste: "también le falta pimentón". Y viene con una cazuelita llena de lo que parece ser pimentón, pero no de un color rojizo sino tirando a café. Los clientes, dándose cuenta de ello, le advierten: "esto no parece pimentón". Pero el camarero no se da por aludido y espolvorea con maña y seguro de sí mismo el presunto pimentón sobre el octópodo.

Como ya no había remedio uno de los clientes ensarta en su tenedor un trozo del invertebrado marino y una patatina y al probarlo se queda de piedra. "Me cago en to lo que se menea", exclama contrariado, pero con buen rollito. "Chaval, me has echado canela", remata. Al buen profesional, traicionado por su exceso de celo, un color se le iba y otro se le venía. La noticia corrió como la pólvora y el cachondeo que se montó ni te digo. El pobre no sabía cómo desaparecer. Pidió disculpas varias veces y cada vez que lo hacía, más coña marinera a su costa. "Mañana probaremos también las almejas a la canela", exclamó uno de sus compañeros descojonándose.

Evidentemente, la casa puso otra ración de pulpo como desagravio y para subsanar el error. Lo curioso del caso es que lo único que le faltaba al cefalópodo era un poquito más de SAL. Pero el hombre, naturalmente, no se percató de ello. Desde entonces están pensando en incluir en la carta el pulpo a la canela como plato emblema de la casa, pero no lo aconsejo; pierde mucho y no acaba uno de encontrarle el gusto.

No hay comentarios: