viernes, 7 de agosto de 2009

ORINAL A BORDO



Renfe. Tren Talgo León-Asturias. Camarote (o cabina, compartimento) de Gran Lujo (no primera clase, no; GRAN LUJO, repito). No hay baño, pero sí orinal a bordo. O sea, que si te entran ganas de hacer pis durante el viaje, pues te agarras al orinal (bacenilla que se decía) de acero inoxidable (nada de plástico o latón) y luego, o tiras el "mexu" por la ventanilla o te hace compañía hasta el final del trayecto. Especialmente indicado para los afectados de diarrea. Como en los mejores tiempos de la bisabuela. La sorpresa de los viajeros fue mayúscula a pesar de que algún gracioso se atrevió a decir que el artilugio era el recipiente para la leche del desayuno. Sin embargo, el mismo tren que hacía el recorrido León-Madrid y viceversa, oiga, ese sí que era de GRAN LUJO. Demasié. Televisor, pelis, neceser personal, baño con ducha. Y el billete al mismo precio que el otro. Saquen conclusiones.


Y entre tanto lujo y modernidad el AVE asturiano anda a la deriva. El ministerio de Fomento se hace el sueco y no concreta plazos ni inversiones; lo que se dice sin novedad. O como explicaría muy bien Sabina: "qué adelantas sabiendo mi nombre si cada día tengo uno distinto". A buen entendedor pocas palabras bastan.

Esperemos que el AVE asturiano sea el último grito en ferrocarriles y no lleve orinal. Aunque tal y como están las cosas, quién sabe. Lo "antiguo" tiene solera y algunos son capaces de todo.

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