Creo que era Melendi quien decía en una de sus canciones que "Las navidades las inventó El Corte Inglés" (tal y como las concebimos y celebramos ahora, claro). Y todos sabemos de Santa Claus que es un invento de la compañía Coca-Cola. Pues bien, ahora que parece que los crucifijos molestan, los belenes están de más y hay una campaña laica de no te menees, contrarrestada por el poder eclesiástico con misas de familia multitudinarias (cada uno hace uso de la munición que le es propia), hasta en las pequeñas parroquias se lanzan algunos dardos contra la anglosajona irrupción de Papá Noël en nuestras vidas y en acerada defensa de los Reyes Magos de Oriente. Es el ejemplo de la de San Pedro Apóstol (Mieres), donde el párroco, en su hoja de diciembre dirigida a los feligreses, entona el siguiente "VIVA LOS REYES MAGOS", actualizado, punzante y no exento de sorna. Dice así:
Estos tres pobres venerables ancianos llevan dos mil años con su PYME, atendiendo únicamente al mercado español y sin intención de expandirse, y están sufriendo una agresión que amenaza con destruirlos. Reivindicamos la figura de los Reyes Magos porque:
Son un símbolo de la multirracialidad y nunca han tenido problemas de inmigración.
Son fashion total, su elegancia en el vestir no ha pasado de moda en dos milenios.
Si no existieran los Reyes Magos, las vacaciones se acabarían el 2 de enero.
Son ecológicos, utilizan vehículos de tracción animal que con su estiércol contribuyen a fertilizar el suelo patrio (nada de trineos volando ni cosas que no existen).
Los Reyes Magos generan un montón de puestos de trabajo entre pajecillos, carteros reales y multitud de gente que va en la cabalgata.
De Papá Nöel puede hacer cualquier pelagatos, pero para hacer de Reyes Magos se necesitan al menos tres.
Los Reyes Magos fomentan la industria del calzado y enseñan a los niños que las botas se deben limpiar al menos una vez al año. Por contra, el gordinflas exige que se deje un calcetín, prenda proclive a servir de acomodo de la mugre, cuando no de indecorosos "tomates".
Santa Claus vive en el Polo Norte y por eso es un amargado. Los Magos son de oriente, cuna de la civilización y por ello de una elegancia no decadente.
Los Reyes Magos tuvieron un papel destacado en la Navidad. Santa Claus es un trepa que trata de aprovecharse del negocio y que no participó en nada de esos acontecimientos.
Los Reyes Magos son de los poquísimos usuarios que mantienen en pie la minería del carbón en Asturias. No la han cambiado por gas natural ni por bombillas horteras.
Los Reyes Magos lo saben todo. Santa Claus no sabe otra cosa que agitar estúpidamente una campanita.
Santa Claus no respeta los sentimientos de los renos de nariz colorada. No hay documentado ningún caso de maltrato psicológico por parte de los Reyes Magos hacia sus camellos.
Los Reyes Magos son agradecidos, siempre se zampan las golosinas que les dejamos en el plato.
Sin los Reyes Magos no se habría inventado del Roscón de Reyes.
Finalmente, Santa Claus se pasa la vida diciendo: ¡Jo, jo, jo!, risa forzada y sin sentido. Señal de estupidez.
Por eso: ¡Viva los Reyes Magos!
Para que luego digan que la Iglesia es una institución cerrada y carente de imaginación. Se desconoce la reacción de "El gordo" ante la lectura de estas declaraciones, pero no descarten una respuesta contundente el próximo año, porque ahora el pobre "Santa" ya se encuentra descansando en Laponia, exhausto tras el duro trabajo navideño realizado. Y es que subir y bajar chimeneas tiene que dejarte el cuerpo para el arrastre.
¡Atención!, me llega una noticia de última hora procedente de fuentes bien informadas, que dice lo siguiente:
-Los Reyes despedidos por un E.R.E.
-Los camellos embargados por la inmobiliaria.
-Melchor obligado a jubilarse a los 60.
-Gaspar sin cesta y sin cena de Navidad.
-Y el negro, como no tenía papeles ni contrato de trabajo, devuelto en una patera.
-Asi que si con esta crisis te cae algún regalo más que magia es un milagro.
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