viernes, 24 de junio de 2011

AL ALCALDE SE LA SUDA LA CRISIS Y A MÍ ME INDIGNA



Es costumbre democrática (me da la risa floja) que al inicio de cada legislatura corporaciones locales y comunidades autónomas fijen los salarios de presidentes, parlamentarios, alcaldes y concejales, lo que no tendría nada de particular (todo aquel que trabaja tiene derecho a un salario) si no fuera porque a los políticos siempre se les va la mano (y se les nota) cuando se trata de arrimar el ascua a su sardina y juegan con dinero ajeno (y público). Que yo sepa (corríjanme si me equivoco), no hay una ley que regule la cosa, con lo cual todo queda a expensas de lo que decidan los propios grupos políticos (de su sensibilidad, ecuanimidad, justicia, etc., etc.). Es decir, que ellos mismos se asignan los sueldos que van a cobrar y así pasa lo que ocurre. El caso de este fenómeno -Josep Monrás, alcalde electo de Mollet- no es algo aislado. La política patria está jalonada de ejemplos que nos indignaban/indignaron/indignan a todos. La diferencia, ahora, es que los indignados están en la calle dispuestos sonrojar a cualquiera.

Intentar subirse un 32% el salario en los tiempos que corren es más propio de ladrones que de servidores públicos. Al final el atraco a las arcas públicas se ha reducido. Él quería percibir 78.000 euros anuales, pero al equipo de gobierno le ha dado el sol en la cara y "solamente" le han aprobado en un pleno un salario de 65.000, lo que no es moco de pavo y para sí quisieran muchos currantes de este país.



Dicen los estudios que el número de millonarios españoles ha disminuido con la crisis. En todo caso y después de constatar que el salario medio en España es de unos 22.000 euros, cobrar 65.000 me parece más bien propio de ricos que otra cosa. Resumiendo; aquí se va a armar la de dios es Cristo y los políticos siguen mirando para otro lado, menoscabando el movimiento del 15M sin darse cuenta de que esto es una bomba de relojería y, tarde o temprano, les acabará estallando en las manos. Y no habrá daños colaterales.

A este alcalde la crisis se la suda y a mí me indigna tanta desvergüenza, tanta desfachatez, tanto morro, tanto aire de superioridad, como si la cosa no fuese con él..

Foto: 20 minutos

1 comentario:

j.g.s dijo...

Apartando un poco los indignados de piquillo (osea los partidistas) el resto gente de buena voluntad y un poco manejados por los otros, está toda España hasta ......, de todos los getas sin escrúpulos y en cualquier momento (no tardando mucho)como bien dices esto explotará y saldremos todos perdiendo, más si se puede, pero los getas tendrán que cambiar de chaqueta rápido y sudar como nunca lo hicieron y alguno le costará lo que llevan encima de los hombros. No hay salida porque no se quieren bajar de la burra.