El pequeño Javier, junto a Sonia Fidalgo, al inicio de la gala con su pecera.
Foto tomada del diario La Voz de Asturias
Viendo la sonrisa -continua, fresca, sana- del pequeño Javier en el escenario del Auditorio Teodoro Cuesta de Mieres en el transcurso de la gala benéfica "Amigos", sosteniendo entre sus manos una pequeña pecera de cristal -regalo de una Ong-, nadie diría que padece leucemia y que su vida está en juego. Mieres respondió como un sólo hombre a la llamada de tres asociaciones (pensionistas, de vecinos, y El LLar, todas de Ujo) demandando la solidaridad de los ciudadanos con el ánimo de recaudar fondos para conseguir un tratamiento que pueda curar a Javier (costoso y que ha de realizarse en Grecia). La respuesta fue unánime, contundente, emotiva. Dos horas y media de gala vinieron a demostrar la sensibilidad de la gente cuando se trata de enfermedades graves -y más si quienes las padecen son niños- y el apoyo incondicional y desinteresado de los artistas asturianos. ¡Qué lección de humanidad, de civismo, de cariño, de comprensión!
Mercedes Ban Salah, que cantó en la gala, con Javier
Es bueno y gratificante constatar que la crisis que nos está apuñalando no es de valores como se dice en algunos mentideros; que la sociedad aun tiene fibra sensible y se vuelca cuando un vecino necesita ayuda. Es bueno y gratificante comprobar que la vanidad, el egoísmo y otros pecados capitales, tan de moda en esta sociedad consumista y rastrera, son derrotados sin paliativos por la generosidad del espíritu y la grandeza del corazón.
Mieresse ha llevado un sobresaliente y Javier ya tiene el regalo que anhelaba: un pez de color naranja que le acompañará en los duros momentos que se avecinan, pero que simboliza, a su vez, la esperanza de un final feliz. Gracias a todos por vuestra generosidad. Sin duda habéis visto cómo la mirada de un niño reclamaba, silenciosa y a los cuatro vientos, la cuota de vida que le corresponde.
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