En los últimos sesenta días he visto cómo nos dejaban cuatro excelentes personas con las que me unía una buena amistad, aunque no nos viésemos a diario: Georgiana (hermana de Ramiro, el de la imprenta), Pepín (el de la droguería Mª Jesús), Conchita Treitiño (madre de mis buenas amigas Nieves y Maripaz) y, finalmente, Mª José Cerceda (madre de la intérprete de tonada, Liliana Castañón).
Desgraciadamente, la muerte forma parte de la vida y cuando se van personas de una calidad humana de tanta altura, es obligado por mi parte dedicarles un pequeño recuerdo en esta bitácora y unirme en silencio al dolor de sus familiares.
Para todos ellos mi agradecimiento, por haberme brindado su amistad, y mi respeto. Y para sus familias, mi cariño y solidaridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario