La iniciativa municipal de renombrar el Museo de la Toná de Mieres (ahora Centro de Estudios) como "Diamantina Rodríguez" es, desde mi punto de vista, una buena idea (habrá quien no esté de acuerdo y lo respeto). Buscándole algún resquicio al asunto cabría decir que se podía haber distinguido con este honor a Juanín de Mieres o a Silvino Argüelles (entre otros), figuras emblemáticas de la canción asturiana (ya fallecidos) y naturales del concejo. Sin embargo, ambos tienen una calle con su nombre en Mieres y el reconocimiento anual a su figura en dos eventos: Juanín, en los encuentros con el mito, y Silvino en el memorial. Luego, van bien servidos. Diamantina, apodada "La Dama de Elche" y santo y seña de la canción asturiana, preside honoríficamente el concurso "Cuenca del Caudal" que todos los años se celebra en Rioturbio (ahora con las semifinales y finales en Mieres), pero se merecía quizá que su nombre permaneciese ligado para siempre a la historia de la asturianada de una forma más tangible; y qué mejor manera que dando su nombre a un centro que tiene todas las papeletas para ser un referente de la música tradicional asturiana a nivel regional y nacional.
Diamantina, a pesar de rondar los noventa años, no se pierde prácticamente ningún acto donde la canción asturiana esté presente, lo que a esa edad tiene un mérito innegable. Además, creo que los reconocimientos deben hacerse en vida, cosa que -supongo- el interesado agradecerá con deleite, más que nada porque así puede vivir y sentir el gozo, el regocijo y la satisfacción que sin duda le proporcionará el momento y el detalle.
Pues ná, Diamantina, a disfrutar d'esti honor, que entre Mael y Cundo (instigadores de la idea, me imagino) te tienen como a una reina.
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