sábado, 12 de septiembre de 2009

CAQUITAS DE CHUCHO

Estoy hasta el moño de pisar caquitas de perro, de ver cómo los dueños -algunos- de estos animales de compañía se hacen los locos cuando sus mascotas defecan en plena calle y dejan en mitad de la acera un excremento abundante, maloliente y peligroso. Hay quien lo recoge en una bolsita y lo deposita en las papeleras especiales (juro que las había) habilitadas por el ayuntamiento para estas urgencias. Pero también hay ciudadanos que pasan de todo y les importa una mierda -nunca mejor dicho- la cagada de su chucho y el dueño del zapato que la pise.

Las ordenanzas municipales son bastante estrictas con estos temas y prevén sanciones importantes. Pero ni aun así se consigue que los dueños de animales se mentalicen y contribuyan a mantener limpias nuestras calles. Pisar una mierda no es agradable, así que el que tenga hacienda que la atienda. Y si no cómprense mascotas virtuales o peluches. Ni cagan ni ensucian. No me extraña que Luis María se ponga de malos huevos cada vez que se da una vuelta por las calles mierenses; se encuentra de todo: colillas, basura de distinta índole, bolsas de plástico, carteles y excrementos. Y la culpa, luego, para el servicio municipal de limpieza. Tiene bemoles. Si no fuésemos tan guarros...

Foto: mierda

1 comentario:

Pablo Siana dijo...

Al menos si la pisas dicen que se compre cupón o lotería, que seguro toca...
Si abunda tanta mierda, al final tampoco habrá "suerte"