Las ordenanzas municipales son bastante estrictas con estos temas y prevén sanciones importantes. Pero ni aun así se consigue que los dueños de animales se mentalicen y contribuyan a mantener limpias nuestras calles. Pisar una mierda no es agradable, así que el que tenga hacienda que la atienda. Y si no cómprense mascotas virtuales o peluches. Ni cagan ni ensucian. No me extraña que Luis María se ponga de malos huevos cada vez que se da una vuelta por las calles mierenses; se encuentra de todo: colillas, basura de distinta índole, bolsas de plástico, carteles y excrementos. Y la culpa, luego, para el servicio municipal de limpieza. Tiene bemoles. Si no fuésemos tan guarros...
Foto: mierda
1 comentario:
Al menos si la pisas dicen que se compre cupón o lotería, que seguro toca...
Si abunda tanta mierda, al final tampoco habrá "suerte"
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