A toro pasado, con la cabeza fría y vistos los dos últimos partidos de ambos, Real Madrid y Barcelona, frente a Getafe y Sevilla, respectivamente, me apetece puntualizar algunas cuestiones.
La primera diferencia entre ambas escuadras es, evidentemente, la plantilla: una estelar, otra plagada de currantes.
La segunda es el fútbol que practica cada uno: el Madrid, coraje, el Barcelona, arte. Y aquí está el meollo de la cuestión. Como espectador, el fútbol-arte (escuela Curro Romero) que exhibe el Barcelona, asombra, enmudece y gusta un huevo. Viva el tiki-taka. El fútbol-curro (escuela de los Garcías) que nos muestra el Madrid, emociona, encandila y apasiona. Viva el sobresalto.
Ganar los partidos con la gorra casi provoca modorra, aunque sea la máxima aspiración de todos los clubes del mundo y el sueño de entrenadores y directivos. Pero vencer atravesando muros, sorteando imponderables y mil circunstancias adversas en forma de lesiones, ataques de locura de algún jugador, arbitrajes, etc., te lleva al clímax.
Ganar, como le ocurrió al Madrid frenta al Getafe, jugando con cinco menos (Van der Vaart, Javi García, Raúl -lastrado-, Robben y Pepe) y obviando que no estaban Van Nystelrooy, Diarra, Lass y Sneider, es una hazaña que está al alcance de muy pocos.
Vencer con Xavi, Iniesta, Alves, Mesi, Etoo y compañía es casi una obligación, y si metes el primero a los dos minutos -como ocurrió frente al Sevilla- tienes medio camino andado.
Es probable que el Barca gane la liga con todo merecimiento; nadie juega como él. Pero si se duerme en los laureles los perros de presa del Madrid le van a dar una dentellada en todo el trasero que le va a dejar una cicatriz para toda la vida.
En fin, que prefiero la emoción apasionada a lo evidente; el sobresalto a lo monocorde. El Barcelona juega de vicio, pero el Madrid engancha porque nunca sabes cómo va a terminar la película.
1 comentario:
Cómo te gustan los merengues... pero cuando no hay color (¿el blanco lo es?), ya dicen los andaluces algo que de sencillo es superclaro (que no superblanco): LO QUE É É
P.D. ¡Hala Oviedo!
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